En la madrugada de este lunes, un tren del ferrocarril Sarmiento embistió un colectivo de la línea 503, en Mariano Acosta, partido de Merlo, con el trágico saldo de 2 personas fallecidas y al menos 15 que fueron hospitalizadas pero fuera de peligro.
El episodio se produjo cuando el colectivo atravesó el paso a nivel Carlos Gardel de la estación Ferrari, con la barrera abierta pero sin advertir que el tren se encontraba cerca y a pesar de los intentos, no logró esquivarlo e impactó en el vehículo de pasajeros.

El chofer del colectivo, Juan Carlos Saavedra, de 32 años, falleció en el acto, mientras que otra mujer que iba como pasajera lo hizo al ser trasladada al hospital. Además, resultaron heridas 15 personas.

Desde el hospital Eva Perón, el Secretario de Salud del municipio de Merlo, Miguel Murrone supervisó el operativo abocado a asistir a las víctimas del accidente y detalló que seis de los heridos fueron trasladados a dicho nosocomio y tres al Hospital Héroes de Malvinas de Libertad.
Murrone indicó que "una de las pacientes femeninas de 34 años, estaba muy grave, con heridas muy importantes y lamentablemente falleció", con respecto a los otros cinco heridos que quedan en observación expresó que "ninguno tiene heridas de gravedad, tienen traumatismos y contusiones de moderadas a leves. Se le hicieron estudios de imágenes, pero ninguno tiene riesgo de vida".

El funcionario manifestó que de los tres pacientes que estaban en el otro establecimiento sanitario "dos fueron atendidos por ART y ya se habían ido a su casa y el otro paciente ya estaba esperando la derivación. Los tres están fuera de peligro".

En cuanto al operativo desplegado por la Red de emergencias médicas de Merlo (R.E.M.M) junto con Defensa Civil y Bomberos Voluntarios, Murrone destacó que "fue rapidísimo, en menos de 20 minutos ya estaban todos los pacientes siendo derivados en los hospitales de la zona, hicieron un triage en el lugar donde vieron la gravedad de cada uno y seleccionaron los que estaban más graves como para sacarlos primero".

UNA TRAGEDIA EVITABLE

Lamentablemente, el ferrocarril Sarmiento quedará asociado para siempre con una de las tragedias ferroviarias más tremendas de la historia argentina. Y tuvo que existir aquella fatídica jornada de un 22 de febrero para que muchas cosas cambiaran en la materia en el país, pero no todo fue subsanado.

El reclamo de las autoridades municipales de Merlo y de muchos otros distritos atravesados por el ferrocarril, es eterno. Desde soterramiento hasta túneles que permitan que la comunicación entre un lado y otro de las vías no se haga a nivel, sino donde tren, vehículos y peatones no deban cruzarse nunca entre sí.
Las obras, en Merlo, fueron prometidas pero nunca concretadas. Algo que sí ocurre en cambio en Quilmes, Morón o San Isidro, por poner algunos ejemplos, y de ahí deviene la impotencia que sienten muchos vecinos cuando sienten que su reclamo no tiene el mismo peso de aquel que profiere quien vive en distritos con el mismo color político que el gobierno nacional y provincial.

Sin mencionar, además, que a diferencia de otros tramos del Sarmiento, en este donde se produjo el accidente sólo se cuenta con guardabarreras, que actúa absolutamente de manera manual y depende de que no haya falla humana para que no se produzca una desgracia, porque no hay mecanismo automático que baje o levante la barrera ni señal sonora previa como sí la hay en el trayecto Once-Moreno donde ambos sistemas (automático y manual) se complementan para agilizar el paso de los vehículos cuando por algún motivo la barrera está baja demasiado tiempo.
En el ramal que pasa por Mariano Acosta y lo une con Merlo sólo hay guardabarreras. Un error humano, como en este caso, cuesta la vida de quienes creyendo que el paso estaba habilitado fueron embestidos por la formación, pero la culpa tiene nombre y apellido y no es de quién se quedó dormido, sino de quienes pudiendo hacer algo para evitar este tipo de tragedias, no lo hicieron a tiempo.